Hubo una vez…

La definición técnica de un equipo es “Un grupo de personas con un objetivo en común”. Lo más importante de este equipo es que SIEMPRE, desde el primer día Y en forma tácita, hasta este momento nunca declarado formalmente, Todos tuvimos clarísimo el objetivo. Ese objetivo es lo que determina el sentido y la mística del grupo: DIVERTIRNOS JUNTOS.


Entre campeonato y campeonato, desde los que armaba Julián a fuerza de llamados en la Colonia de los Lecheros y hasta los que se juegan actualmente, pasaron por este equipo una importante cantidad de personas que, en la mayoría de los casos, sintieron esa mística del grupo y compartieron el gusto por la victoria. Algunos siguen hoy jugando y son parte de la columna vertebral del equipo, otros le dejaron el lugar a nuevos jugadores que se han ido sumando y lo importante a destacar es esa sensación de "montón de amigos". Todos los equipos que representaron a "Villa Allende" supieron honrar esa mística que hasta hoy, no solo no se ha perdido, sino que crece año a año, campeonato a campeonato.
Y un día….
A una parte de ese grupo de locos, se les ocurrió ir a jugar a Miami. Y así empezó, un viaje especial (algo que solo unos pocos se dieron cuenta al principio).
Después de muchos mails organizativos desde la Agencia oficial de Villa Allende Soccer Club, de las dificultades de cada uno para conseguir la tarasca, de alcanzar el permiso de las familias y de un set de entrenamientos dirigidos por el hasta ese momento conocido como Entrenador Físico "Alf" (quien después develaría su verdadera profesión), llegó el momento en el que nos fuimos encontrando de a uno en el aeropuerto.

Después de despedirnos con saludos emocionantes de las personas que más nos quieren, cruzamos esa puerta que quedó grabada en la retina de muchos, una puerta que marcaba el inicio de una experiencia inolvidable.
Y como siempre pasa, todo se pasa muy rápido.
En el aeropuerto de Santiago, se armó el primer grupo de conservadores, que con una técnica muy afeminada ganaron un par de partidos de truco cuyas apuestas no han sido cobradas hasta la fecha (al menos en forma oficial). Mientras tanto, el Viejo procuraba en forma casi desesperada su lugar en Business mientras aprovechaba para robar cuanta lata de coca o paquete de
chizitos se cruzaba en su camino en las discusiones que mantenía con el personal de la Aerolínea.

todos los empleados allí presentes.


Hasta ese momento, ya había personas que habían cambiado su nombre (a pesar de que a medida que transcurría el viaje iban a seguir cambiando). Un claro ejemplo es el de Juan Carlos Aguilar o el Chef Jalf.
Continuará...
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